
Entonces llegaste vos, con tus aires de señor,y sin pedirme permiso,me robaste el corazón. Busqué un solo rincón, y me invadío con tu olor, me tocaste y ya sabías, que en tus redes yo caía. No te importa, que me muera de dolor, que te mire y sienta que hoy sos el hombre de mi vida. No te importa, y ya no lo niegues más, Vos no me podés cuidar, nadie cura mis heridas, nadie más. Nadie más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario