Pero hay otros espejos. Que no son de vidrio o de cristal, Que no se encuentran lejos, Que todos los pueden mirar. Si alguien de forma quisiera cambiar Es muy fácil, Sólo en otro espejo tendrán que mirar.
Si tengo que ponerme a hablar de mí, Posiblemente diría muchísimas más cosas malas que buenas. No me considero perfecta, Pero tampoco hay un bueno sin un malo ¿no? Prefiero que sea así, Que sea una lista interminable de mis defectos. Desconfiada, Terca, Orgullosa, Celosa, Egoísta, Sincera… Sí, Sincera, Es mi mayor defecto. Ya que, Gracias a ella, No tengo ese escudo que llevan encima los hipócritas. El cual a veces me gustaría poseer, Y esconderme detrás, Como una cobarde más. Soy transparente, Fría y a la vez dulce. Tanto puedo agradar a unos, Como ser odiada por los demás. Como la lluvia. Pero no por eso dejaré de estar ahí. Por mucho que uno odie la lluvia, No va a dejar de llover. Así soy yo. Y al que no le guste que se compre un paraguas.
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